GRECIA: TEXTO DE CCF – CÉLULA DE GUERRILLA URBANA EN EL CONTEXTO DE LA CAMPAÑA INTERNACIONAL EN TORNO A LAS OKUPACIONES.

(Recibido al mail)

OKUPACIONES-CASAS DE LA ANARQUÍA

Algunas reflexiones sobre la invitación enviada por lxs compañerxs de Okupa Papamichelaki, Biblioteca Teflón, Radiofragmata y Deconstrucción Continua, sobre el tema de las okupaciones.

El siguiente texto corresponde a fotografías y características que podemos encontrar en los actuales okupaciones en Grecia.

I) La propiedad es un robo.

«La propiedad es un robo», dice una de las consignas anarquistas más antiguas. Es el robo de la vida colectiva, es la abolición de la comunidad, es el refugio de tomar distancia de los bienes comunes, es el refugio del miedo.

La Propiedad, y su hermano gemelo el Poder, dan a luz a la distinción de personas en base a títulos, posiciones y privilegios…Al igual que el cielo no tiene fronteras, la tierra no debe ser adueñada.

Un ser humano, de ser un ser colectivo se convierte en propietario. Un propietario no de su vida, sino de paredes, ventanas y muebles…
Las okupaciones han comenzado como una forma de negación de la propiedad y de expresión auto-organizada. El curso del movimiento okupa tiene muchos matices…Algunos de ellos son más combativos, otros son más inofensivos … Hay okupaciones anarquistas y okupaciones alternativas, hay okupas que son núcleos de ilegalidad y otras que son centros culturales deshidratados.

Hoy en Grecia hay muchas más okupas que en el pasado, no sólo en Atenas, sino también en muchas otras ciudades.

Cada okupación comienza con un acto de guerra. Se anula la propiedad (piedra angular del poder del Estado) y se libera el suelo de los contratos, los impuestos, las cuentas, la legalidad …

Pero la apuesta empieza precisamente desde ese momento…La okupación y la autogestión de un lugar es una herramienta afilada que puede o bien apuñalar al mundo de la propiedad o simplemente convertirse en un suvenir y oxidarse…

Ciertamente, una okupación transforma nuestro propio pequeño mundo pero, en tanto nuestro mundo está bordeado por el mundo del poder del Estado, si no se arma a sí misma con el objetivo de atacar se convertirá en una visión de un oasis rodeado por el desierto de lo existente.

II) La Casa de la Anarquía.

El poder del Estado con el fin de mantener su trono produce destrucción. Se separa a las personas a través de leyes, normas, racismo, inseguridad, encierros, escaparates, pantallas…

El poder del Estado fabrica la soledad de la multitud…»Cada unx por sí solx…cada uno para sí mismx.» El principio absoluto de «divide y vencerás…»

Una okupación puede convertirse en un punto de encuentro, sin separaciones, una oportunidad abierta para volver a descubrir nuestro yo colectivo, para volver a crear comunidades.

Ahí, antiguxs y nuevxs compañerxs pueden encontrarse para compartir experiencias, discutir, estar firmes unxs junto a otrxs, desarrollar lazos de solidaridad, planificar sus ataques, organizar el enemigo interno y fortalecer la lucha armada por la libertad y por la Anarquía.

A través de la organización de eventos, presentaciones de libros, mesas de auto-educación, bibliotecas auto-organizadas, formación para la lucha y el ejercicio físico, las okupaciones pueden convertirse en «laboratorios» de la revolución anarquista permanente.

Al mismo tiempo, un okupa anarquista es la primera célula de una comunidad anarquista. Lxs compañerxs que participan en ella aprenden a compartir, a cooperar, a crear una vida de comunidad libre de los residuos pequeñoburgueses de la propiedad y el egoísmo…

Pero junto a los procesos políticos colectivos, una okupación anarquista se prueba a sí misma a través de la revolución de la vida cotidiana. Porque la asamblea de una okupación no sólo tiene que decidir acerca de un evento o una manifestación, sino también acerca de los problemas diarios de la vida (tareas del hogar, mantenimiento, limpieza, cocina, etc.). Ahí se trata de romper las reglas cotidianas informales, los roles y la discriminación de género…

Es la auto-organización de la vida cotidiana en la práctica.

III) Acuarios de Libertad.

Pero aquí hay que tener cuidado. Porque algunxs de quienes participan en proyectos auto-organizados como una okupación a menudo se engañan a sí mismxs por la lectura de su papel imaginario y convierten los medios en un fin en sí mismo. Incluso desarrollan una relación subconsciente de propietarios con el proyecto, olvidando que una okupa anarquista no son las paredes y las puertas, sino las relaciones entre lxs compañerxs con la perspectiva de atacar al poder por todos los medios.

Fragmentando la totalidad de la anarquía, algunas personas construyen tiendas ideológicas para ampliar el proyecto, presentando la okupación  como el centro del universo.

Los círculos reformistas distorsionan el significado de las okupaciones presentándolas como islas de libertad que pueden cambiar el mundo, sustituyendo y marginalizando las prácticas agresivas y armadas.

La difamación y la introversión completarán el «trabajo». Por otra parte, en esos casos, el «fin último» es mantener la okupación abierta independientemente de posibles compromisos. Porque el miedo, para proteger la okupación del peligro de la represión, incluso puede llegar a la creación de una «zona de seguridad informal» y a la demanda por parte de algunos reformistas de no llevar a cabo ninguna acción directa cercana al refugio u okupación, para no cargar con ella y su proyecto no se cierre.

Obviamente, el objetivo no es permanecer indiferente o provocar a las okupas que se forjaron con luchas, y ciertamente no sacrificar nuestro ataque por ellas…

Lo importante es no olvidar que una okupa anarquista será un foco de difusión de las prácticas agresivas o será asimilada…

No debemos contentarnos con los momentos de libertad que ofrece una okupación sino que reinvindicar una libertad total de la vida, y una okupación es sólo un reflejo parcial de la misma. En pocas palabras, no debemos amar nuestros refugios y okupaciones sino al propósito al que sirven. El ataque anarquista aquí y ahora.

IV) Visibilidad a través de la niebla.

Así, una okupación podría ser un punto en el mapa de la anarquía, dirigido hacia la continua rebelión y la revolución. Podría ser el punto de partida que vierta infinitas posibilidades de hostilidades contra la autoridad.

Lejos de los límites aislados de los islotes de falsa libertad que simplemente engañan a la verdadera libertad internándola en pequeños mundos, hay okupaciones que mantienen abierta la perspectiva del ataque anarquista.

Y ciertamente existe la posibilidad de crear aún más…Los enfoques represivos y los ataques incendiarios fascistas contra lugares autogestionados confirman la posibilidad de que las okupaciones sean una extensión de la rebelión contra la autoridad…

De nuestro lado, del lado de lxs anarquistas de praxis, podemos acelerar esta oportunidad…

A través de las okupaciones podemos fortalecer las infraestructuras públicas de auto-educación, los medios de contra-información, los fondos de solidaridad, podemos crear un sector de refugio fugitivo para compañerxs y organizar grupos de acción, no sólo para la protección de las okupaciones sino también para la difusión del ataque contra los fascistas, los policías y otros objetivos del poder, con el fin de reforzar la guerrilla urbana anarquista.

El hecho de que las okupaciones son visibles a la represión (como la presencia de policías encubiertos cerca de las okupaciones para controles de identidad) podría dar lugar a que lxs compañerxs que quieren organizar la guerrilla urbana se mantengan alejadxs de ellas por razones conspirativas.

Sin embargo, mantenerse alejado de las okupaciones no significa la anulación o el desprecio del proyecto. Además, un proyecto de okupación no es sus cuatro paredes. Es el propósito al que sirve. Una okupación puede convertirse en el puente que conecte lo público y el sector ilegal de la Anarquía.

Puede ser un camino abierto a partir de un encuentro de compañeros para organizar la infraestructura de la guerrilla. Esa es la forma en que se desarrolla la acción anarquista, cuando lo «público» se encuentra con lo «ilegal» y se juntan con la destrucción del poder como fin. Las okupaciones, así, pueden convertirse realmente en la Casa de la Anarquía.

Para Mauricio Morales.

Este texto está dedicado a la memoria de Mauricio Morales, quien murió durante el traslado de una bomba con destino a la escuela de guardias de prisión en Chile el 22 de mayo de 2009. Mauricio participó en la okupa «Biblioteca Sacco y Vanzetti» haciendo una realidad del encuentro entre lo público y lo ilegal.

Un miembro de una okupación y un bombardero al mismo tiempo, él no separó los medios de acción y no quedó atrapado en las islas de falsa libertad.

Su memoria no produce aniversarios conmemorativos sino que desencadena el detonador de la práctica anarquista.

Por nosotrxs y por quienes cayeron en la lucha …por la Anarquía.

Conspiración de Células del Fuego – FAI / FRI.
Célula de Guerrilla Urbana.

Christos Tsakalos
Gerasimos Tsakalos
Giorgos Polydoros
Olga Okonomidou

Publicado por

porlaanarquia

Blog contrainformativo Por la Anarquia.

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