(Recibido al mail)
En este, el décimo día de huelga de hambre que enfrentamos con entereza, fuerza y convicción, esclarezco mi posición de lucha encarando a la mentirosa, corrupta e inmoral clase política, quienes ambicionan una cuota de poder, olvidando principios y ética moral.
Aquellos que lucran con la clase trabajadora sometida por un paupérrimo sueldo de hambre, siendo ni más ni menos que unos esclavos pasivos de la clase dominante.
Estos mismos que antes decían luchar en beneficio de esta clase trabajadora, hoy les roban descaradamente, estando corrompidos desde los cimientos, aferrados a sus trepadoras ansias de seguir mamando del pecho del Poder, quien les permite succionar mientras actúen en bloque defendiendo los intereses del gobierno de facto.
En nuestro caso, quienes luchamos en consecuencia con lo que pensamos, exigiendo verdad, justicia, reparación integral y una vida digna, se nos ataca y menosprecia. Hoy y siempre hemos luchado por libertad, emancipación y porque cesen los abusos hacia los más desposeídos.
Nuestra dignidad jamás la van a pisotear, nuestra rebelión por la miseria es justa, hemos dado la cara en épocas duras,enfrentándonos a todos los aparatajes policiales existentes. Nunca nos ha vencido el miedo y hoy lo reafirmamos con esta huelga de hambre donde no desechamos ninguna herramienta de lucha. Hasta la más radical usaremos de ser necesario, exigiendo con moral combativa lo que son las reivindicaciones de esta movilización.
Merecemos lo que pedimos. Expusimos nuestras vidas enfrentando al tirano de Pinochet y a sus poderes. Quienes hoy están tras un escritorio con cargos inventados, ni siquiera fueron capaces de levantar la voz en esa época y menos enfrentarles. ¿Con qué moral pueden negarse ellos a nuestras demandas? ¡No tienen justificación!
Estos lacayos de la clase dominante no frenarán nuestra lucha de justicia ni podrán nunca detener la rebeldía emancipadora de las nuevas generaciones, porque ellos actúan cuestionan y no se someten. Van derribando todo lo que les encadene, serán ellos quienes en consecuencia juzgarán nuestro actuar.
¡Que no halle el esclavo donde atar sus cadenas!
Arriba los que luchan.
Hasta vencer o morir.
José Miguel Sánchez Jiménez
Ex prisionero político en huelga de hambre