“¿Quién va a romper la roca que durante miles de años se ha sentado en la autonomía individual? Por tanto tiempo el aprender a vivir ha significado aprender a morir “.
¿Cuántos años de la sociedad comercial? ¿Cuántos más de la existencia de lo “civilizado”? Y todo esto ¿para qué? Tomamos parte en el experimento más paranoicos de la dominación humana. Desde las primeras etapas de la domesticación hasta la invasión de la economía en la vida, la opresión, la explotación y la coerción han sido los componentes más estructurales de la sociedad. Estructuras y lógicas del poder se han esforzado para asegurar su presencia durante siglos, transformando, ganado flexibilidad mediante la intensificación de las relaciones humanas y, por último impuesto su universalidad a través de la comercialización de la existencia. Márgenes de incumplimiento se han estrechado. Las formas de vómito de “gasto innecesario” se están humanizados. La indiferencia a veces agresiva y, a veces pasiva del mundo capitalista hacia la sostenibilidad de los seres humanos y no humanos, que se consideren innecesaria de varias maneras, es perceptible a simple vista, no muy lejos. ¿Cuántos cuerpos apilados vivos y muertos en los mares en la frialdad de salas de grises?
No hay excusas en la cara de lo existente; todo el mundo ve, todo el mundo sabe. La expresión de nuestra posición con respecto a esta situación se concreta a través de la acción anarquista. Evitaremos el análisis lejano e hipotético. Sabemos que (no sólo en nuestras propias vidas) los momentos de libertad son tan asimilable a la rutina diaria repetitiva de que no somos capaces de imaginar un posible giro de los acontecimientos. Lo único seguro es que sentimos que este mundo esta insoportablemente enganchada en nuestra piel, y cuanto más nos atacan, menos rastro deja su huella en nosotrⒶs.
Mientras que algunⒶs estaban durmiendo agotadⒶs y deslumbrar por un fin de semana de tres días de consumo frenético y el entretenimiento, algunⒶs optamos por entrar en acción. En las primeras horas del martes 15 de marzo del 2016, incendiamos y destruimos una camioneta y un cajero automático de la sucursal de Correos de Grecia (ELTA) en el barrio de Nea Smyrni, Atenas. Debido a la extensión del fuego, la sucursal adquirió una nueva fachada también.
Este es un acto mínimo de complicidad con lⒶs compañerⒶs presⒶs que recientemente han enfrentado o se enfrentarán una vez más por las cortes con lⒶs jueces y fiscales. Fuerza para Mónica Caballero y Francisco Solar, Conspiración de Células del Fuego, Lucha Revolucionaria, así como todⒶs lⒶs anarquistas encarceladⒶs en todo el mundo, y todⒶs lⒶs que de alguna manera contribuyen a la intensificación de la guerra anarquista contra el poder.
PD. Y debido a que la memoria es parte integral de la continuación de la lucha anarquista no podemos dejar de recordar la muerte del compañero Lambros Foundas, el 10 de marzo de 2010, después de un enfrentamiento armado con la policía.
Por La Anarquía
Célula Incendiaria la Desobediencia
Fuente: Mpalothia
Traducción: Instinto Salvaje