El miércoles 25 de marzo, en los 24 días de huelga de hambre y con nuestra condición física y de salud empeorando, fuimos transferidos a toda prisa al hospital de Evaggelismos. Allí, desde el primer examen, desde la clínica patológica y la atención integral de los médicos del hospital, fuimos “enviados” a la guardia exterior de la prisión de Korydallos. Y allí, con el jefe de turno (detalles serán publicados en el futuro), comenzó una serie de altercados, con el objetivo de afectar nuestra psiquis y humillar nuestra personalidad, en vano, por supuesto.
La historia comienza en el momento en que nuestros parientes vienen a visitarnos durante unos minutos y se les prohibió. Debemos mencionar aquí que ya existía una garantía por parte del Consejo y del ministerio público de la prisión que tanto nuestros familiares y nuestros médicos nos pudieran visitar regularmente sobre una base diaria, como pacientes. Por supuesto, esto fue sólo al comienzo. Entonces, pedimos botellas de agua de la cantimplora, y se negaron a darnos alguna. Esto, por trágico que parezca, es cierto. El surrealismo final. La paranoia era evidente, incluso porla respuesta: “El agua no, tal vez una taza de café”. Es tal la paranoia que hasta nosotros quedamos mudos de asombro. Y el toque final. Mientras esperábamos por algunos exámenes, cuando los médicos llegaron a llevarnos al sector de radiología, vimos al jefe del turno externo trayendo una silla de ruedas con él y ¡con ganas de atarnos en ella! Le dijimos que podemos ir caminando, normalmente, con las manos esposadas, de la forma en que llegamos. Inmediatamente y al estilo de un capitán, mencionó que podíamos, pero con las manos esposadas detrás de la espalda (¡a individuos que llevan 24 días de huelga de hambre!), o amarrados en una silla de ruedas. A pesar de que mencionamos sin rodeos que esto no podía suceder, que estábamos en los 24 días de huelga de hambre y que es insoportable estar con las manos apretadas detrás de la espalda, él se volvió hacia el médico diciendo “no quieren hacerse el examen”. Nosotros respondimos al médico que obviamente queríamos hacernos el examen, y sólo queríamos que nos llevarán “de una manera humana” con las esposas en el frente, cuando el hombre se apresuró a decir “ustedes no son humanos, son prisioneros”. Fue entonces cuando se alcanzó nuestro límite y el hombre sufrió un ataque de violencia verbal por parte de nosotros y se fue enviando lejos al médico y repitiendo “no quieren (hacerse) el examen”.
Esta actualización específica no es una “queja inútil”, sino que una notificación de los incidentes que tuvieron lugar aquí. Las respuestas de todos nosotros, de toda la gente en lucha, no serán las quejas legales, sino la acción anarquista a través de las “esferas”* de la lucha anarquista. Es por ello que, como hemos dicho, a la primera oportunidad vamos a publicar detalles sobre la identidad de este torturador.
Hasta la victoria
Michalis,Nikolopoulos, Damiano Bolano,
Miembros de la Conspiración de Células del Fuego – FAI / FRI
Hospital de Emvaggelismos,
26/3/2013
* La palabra “esfera” y la palabra “bala” es la misma en griego