(Enviado al mail por Biblioteca Antiautoritaria Sacco y Vanzetti)
El domingo 19 de Julio del 2015, realizamos la actividad titulada: “Momentos insurreccionales: Experiencia y proyección anárquica en la Revolución Española”. Comida, Videos, trova y una nutritiva conversa se desarrolló buscando rescatar del olvido las experiencias insurrectas e incontrolables en la España del 36′, no desde un afán historicista sino trayéndolas a un presente y proyección de lucha y combate. A continuación difundimos parte de los videos presentados durante aquella jornada y uno de los textos repartidos.
Saludamos a todxs y cada unx de lxs compas que asistieron, que aportaron y dieron vida a la instancia con su presencia.
¡Abrazos fraternos!
Biblioteca Antiautoritaria Sacco y Vanzetti
Julio 2015
Bibliotecasaccoyvanzetti@riseup.net
www.bibliotecasaccoyvanzetti.wordpress.com
(TEXTO REPARTIDO DURANTE LA ACTIVIDAD)
La historia registra muchos levantamientos, sublevaciones y momentos insurreccionales en las tierras dominadas por el Estado Español, pero sin duda hubo revueltas que al ir subiendo en intensidad fueron profundizando las ansias de libertad dentro de los corazones indomables. Así, el instinto de rebelión, fue también nutriéndose de experiencias, fortificándose en el paso a cada ofensiva dada.
En “casas viejas” en 1933 campesinxs anónimxs y algunos sectores anarcosindicalistas deciden implantar el comunismo libertario. De esta forma destituyen al alcalde, colectivizan las tierras y lo que de ellas van extrayendo y queman los títulos de propiedad, arrasando con las dependencias municipales y la sede de la guardia civil. No buscaban tomar el poder, sino que destruirlo.
En casas viejas se aventuran a vivir como ellxs quieren, decidiendo en comunidad los rumbos que irían tomando, si bien no idealizamos ese período y mantenemos distancias y diferencias con algunos planteamientos, no podemos ignorar que algo nos hermana, que algo trasciende incluso al paso de los años y las distancias geográficas… es la decisión y voluntad de atacar al poder, buscando la recuperación de la vida y la construcción de relaciones desjerarquizadas.
No es cambiar un gobierno o imponer un poderío “nuestro”, la radicalidad de lo planteado es negar desde la construcción práctica misma, la existencia del poder.
La experiencia de casas viejas fue brutalmente acallada por orden del gobierno. La guardia civil incendió casas y acribilló a lxs revolucionarios. Tal y como ha sido la tónica a lo largo de la historia, la venganza represiva busca mediante la implantación del terror, silenciar y desarticular los levantamientos y las acciones insurreccionales.
En octubre de 1934 en Asturias, se desata una huelga general revolucionaria, bajo el lema “uníos hermanos proletarios”, extendiéndose a varios pueblos, inflamando las ansias de libertad, pasaría a la historia como la revolución de octubre.
Estallan los conflictos sociales en el marco de una alianza obrera a la que se suman sectores de la CNT que veían en ella un buen instrumento para generar apoyo a la estrategia insurrecional, por lo que realizan llamados a la unidad de corrientes.
Mientras tanto va produciéndose el desborde de la legalidad. La huelga de pronto se transforma en hermosa insurrección.
Así van colectizándose tierras, alimentos, se crean comités de provisiones, consejos obreros y nuevamente se da el paso hacia el desafío de derrocar y destruir no solo a los representantes del poder, si no las relaciones sociales que le dan vida. Se asalta la sede de la guardia civil, volando un cuartel con dinamita y las iglesias van recibiendo ataques e incendiarios saqueos.
El desprecio al clero llevó al asesinato de cerca de 40 párrocos, hecho que escandalizó a la opinión pública española. La actitud anticlerical no es únicamente anárquica, sino que se explica en el instintivo rechazo a una poderosa institución castradora y opresiva como es la iglesia, que dentro del estado español tiene una siniestra influencia.
La ciudad de Asturias queda bajo control minero y comienza una nueva forma de organización de la vida en su totalidad.
La estrategia de la alianza obrera y la unidad se quiebra cuando socialistas y cenetistas discuten que sucederá una vez derrocado el capital, en definitiva, que tipo de organización lo sustituiría. Mientras los socialistas defienden la formación de un estado socialista, la CNT propone un régimen de igualdad económica, política y social fundado en principios federativos.
Al no llegar a acuerdo, la solución encontrada fue permanecer ambas corrientes juntas hasta el momento de triunfar la revolución, luego cada organización defendería sus propios proyectos.
Pero mientras las cúpulas discutían y planifican, en las calles y campos la vida iba revolucionándose, buscando sus propias salidas frente a cada conflicto.
Para sofocar la insurrección, el gobierno envía fuerzas militares e incluso lanza octavillas desde aviones, instando a la rendición, aduciendo que la resistencia era inútil porque el movimiento revolucionario había fracasado ya en toda España.
Finalmente las cúpulas pactan una rendición e instan a lxs insurrectxs a rendirse, a deponer las armas a cambio de no ser masacradxs… en un clima de confusión, las fuerzas militares toman el control territorial.
Al hacer ingreso a los pueblos se producen los fusilamientos y las mutilaciones de sublevadxs y prisioneros n las cárceles, junto con violaciones masivas y torturas públicas, buscando generar un impacto suficientemente profundo como para detener cualquier rebelión o venganza posterior.
Pero los sucesos de Asturias, se van esparciendo como semillas de odio. Quedando en la memoria de quienes luchan como una marca de la cual aprender, la ruptura con lo establecido debe ser total, debe pasar a ofensiva a la vez que debe saber defenderse.
Con el paso de los meses van extendiéndose por toda España las huelgas salvajes, los actos de guerrilla urbana, las revueltas y atentados. La C.N.T (Confederación nacional del trabajo) y la FAI (Federación Anarquista Ibérica) jugaron un rol importante dentro del proceso al ser organizaciones que agrupaban a un creciente número de voluntades en lucha, haciendo un abierto llamado a la vida anárquica y a la revolución social, buscando en un principio la destrucción del orden imperante, capitalista y jerárquico.
1936 es un año de elecciones y el clima político está en permanente tensión, las fuerzas en pugna intentan no perder lo que han conseguido a lo largo de la historia, ya se por medio del poder o de la lucha.
Más de 30.000 compañerxs ácratas, pertenecientes a diversos grupos y organizaciones, estaban en prisión, diseminados en las cárceles de la república, como venganza y castigo por sus actos sediciosos. La cifra sirve para hacerse una rápida idea del nivel masivo de las ideas y prácticas de la revuelta
Es en este contexto que el Frente popular (agrupación de partidos de izquierda del capitalismo y la burguesía) promete la libertad a todxs lxs prisionerxs ácratas si consigue ganar las elecciones.
Nace así el primero de una serie de conflictos sobre la coherencia y el apego a la raíz de las convicciones anárquicas. El siempre permanente desprecio de lxs ácratas a las elecciones cae en una bien urdida trampa. Sigue leyendo CHILE: MOMENTOS INSURRECCIONALES: EXPERIENCIA Y PROYECCIÓN ANARQUICA EN LA REVOLUCIÓN ESPAÑOLA.