(Info mas comunicado tomado de Publicación Refractario)
Se ha cumplido el periodo de investigación interpuesto por el octavo juzgado de garantía y próximamente se dictará un nuevo plazo para la extensión de este caso. Durante estos meses he estudiado la carpeta investigativa para comprender la razón de mi secuestro y encarcelamiento en manos del Estado. Si bien es históricamente común que se persiga y encarcele a quienes se alzan contra el gobierno y sus lacayos ostentosos de poder, me parece impresionante la desesperación con la que la fiscalía en conjunto a la policía trabajan para involucrarme burdamente en este caso. Las únicas evidencias levantadas al momento de allanar mi casa no son más que mis gustos musicales e ideales libertarios. En la carpeta se redacta la incautación de “abundante literatura” (principalmente política, novelas e historia), “prendas de vestir que aluden al punk”, así como afiches, entradas a conciertos, además de parches y chapitas. Adicionalmente se encuentra un circuito eléctrico el cual es considerado como un detonador de bombas, siendo verdaderamente una herramienta de fabricación artesanal para cortar ‘plumavit’ y confeccionar maquetas para las cátedras universitarias. A esto también se le vinculan las supuestas esquirlas encontradas, objetos que tan sólo guardaba al ser rodamientos de repuestos de moto y bicicleta. Es evidente el absurdo y tradicional esfuerzo policial por montar un sin fin de falacias en base a nuestros ideales. No renegaré mi postura política como tampoco le daré valor a su pseudo investigación la cual me ‘criminaliza’ y determina como un peligro para la sociedad por el hecho de escuchar música, leer libros y pensar antagónicamente a todos quienes componen el Estado. Durante este periodo de prisión he reflexionado y observado cómo se replican las mismas lógicas autoritarias y jerárquicas de las cuales siempre me he declarado en contra. Dentro del claustro carcelario se discrimina, abusa y margina a cualquier persona que aparente o se declare ‘homosexual’ adjudicándole inmediatamente ser portador de sida, además todos aquellos que presenten supuestas ‘enfermedades mentales’ son doblemente violentados y reprimidos por reos, carceleros y enfermeras/os, quienes engrilletan sus extremidades, les suministran drogas-pastillas para mantenerlos sumisos y omitidos dentro del penal. Estos actos cotidianos sumergen a nuestros compañeros en una depresión y enajenación total la que ha culminado con la vida de cientos de presos y presas en el último tiempo. El sistema carcelario es un fracaso, encierra, enferma y mata. Reos y gendarmes-carceleros imponen su autoridad corrompiendo la integridad de quienes no avalan el encierro y la superposición de los individuos.
¡ Fin a la sociedad carcelaria !
¡ Arriba lxs que luchan !
¡Viva el punk!
Felipe Román Toledo
Anarquista
Estudiante universitario
Trabajador industrial
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