“La libertad no se conquista de rodillas, sino de pie, devolviendo golpe por golpe, infringiendo herida por herida, muerte por muerte, humillación por humillación, castigo por castigo. ¡¡Que corra la sangre a torrentes, ya que ella es el precio de su libertad!!”
– Ricardo Flores Magón
A los partícipes en mantener las farsas
A quienes siguen sometidos
A quienes luchan por reventarlo todo
A quienes construyen autonomía
A quienes ven el fuego liberador mas no lo comprenden
Entiéndanlo, los “autoatentados” no existen, el gobierno no manda incendiar sus oficinas, ni paga encapuchados para que quemen a sus policías; todas esas detonaciones, incendios que las voces desde la izquierda y su prensa se afanan en presentar como “autoatentados” o “viejas prácticas priistas para desestabilizar” o alguna otra idiotez, son golpees, que personas de carne y hueso, personas iguales a ti que estas leyendo esto, que decidieron dejar de tener una actitud sumisa y pasiva ante el inmenso abuso que implica el existir del gobierno y de éste sistema mundo, ante la violencia cotidiana a la que someten a los ecosistemas y a nosotros mismos; quienes conducidos por el placer de devolver algunos golpes y asestar otros más deciden actuar y darle en la fregada con la infraestructura o logística de los opresores con nómina.
Es muy fácil atacar al gobierno y dar en el blanco, mucha de su capacidad opresora emplea herramientas psicológicas para que le tengamos miedo, para que vivamos una vida de incertidumbre, entre narcotraficantes, secuestradores, sicarios, paramilitares, policías, sacerdotes, noticieros privados, son elementos que el gobierno necesita fomentar, para mantenernos en una atmósfera de miedo que facilite nuestro control, que nos conduzca a agachar la cabeza, a interiorizar el miedo como algo cotidiano, a no cuestionar porqué comandos armados de asesinos recorren nuestras calles bajo el apodo legalizado de “Policía”.
Pero si nos damos cuenta de que esos aparatos operan en nuestras mentes y emociones, entonces se vuelve claro que las cadenas más fuertes que tenemos -muchas veces las únicas que tenemos- son mentales; después de eso, la policía se vuelve irrisoria, las barricadas cuentan ya con cimientos firmes y los objetivos se pintan solos.
Cuando sales a pedir democracia estas pidiendo a gritos el mantenimiento de tus cadenas, y nosotros no sólo no estamos dispuestos a participar en su dictadura de las mayorías, sino que nos defenderemos y golpearemos con fuerza cada que intenten forzar sus instituciones, sus relaciones falsas y sus “valores”.
Nosotros, como anarquistas, no queremos gobernar a nadie, pero tampoco ser gobernados; no tenemos intenciones de decirle a las personas de qué manera deben vivir o cómo tienen que organizarse; ya que sabemos que cada persona, comunidad, colonia es la única que conoce sus realidades, que sabe lo que es vivir allí, y sólo ellos tienen entonces derecho a decidir cómo y de qué maneras se han de organizar allí.
Cómo anarquistas que somos, nosotros no queremos destruir su País para volver a “México” un país proletario, popular o combatiente; eso sería igual de estúpidamente autoritario que querer convertir un ecosistema lleno de vida en lotes para la inversión.
El problema es que ustedes sí vienen a imponer, a fuerza de asfixiar “al campo” durante décadas han destruido, secado, contaminado, empobrecido, extinto, han forzado éxodos inmensos de personas, humanos con vidas y familias, a los cuales han convertido en “migrantes” y posteriormente en frías cifras que llenan sus gráficos y tablas con los que anuncian la venta de nuestros rios, hogares, montañas.
Ustedes sí llegan a imponer, aún cuando las comunidades sean originarias o no, sean rurales o urbanas, han demostrado querer vivir la vida a su manera, con formas basadas en el apoyo mutuo y la reciprocidad que les han funcionado durante siglos, aún cuando ustedes han insistido en llevarles la guerra, si con arcabucéz y espadas, si con cruces y cañones, o con cruzadas contra el hambre.
Además, le imponen también a los niños la mentira, qué tan falsa y ridícula es, que los obligan a repetirla lunes tras lunes a primera hora, cantando canciones, recitando poemas, interpretando fragmentes de una mentira con la que violentan a los niños para que nos sintamos parte de su teatro de opresión, de su “México”.
En Oaxaca durante la insurrección del 2006 fue escrito en un muro: Nos quieren obligar a gobernar, no vamos a caer en sus provocación.
A ocho años de la bella insurrección oaxaqueña queremos decir que no se trata de “no caer en provocaciones” sino de devolver los golpes, destruir prácticas, arrasar infraestructura.
¡El poder es logístico! Hay que quemar, asolar, luchar para poder bloquearlo todo.
¡Que a sangre y fuego caiga lo que a sangre y fuego se sostiene!
¿Porqué no habríamos de haber destruido e incendiado sus oficinas del INE el 1 de Junio, ubicadas en Xalapa? Esas oficinas no son más que las sucursales desde las cuales se replica la farsa que les es esencial para mantener sus aparatos de enriquecimiento y explotación.
¡Por supuesto que las asaltamos y fuimos creativos con ellas!
Y continuaremos asaltando si es que ustedes no dejan de imponer sus sistemas sobre los otros; seamos miembros de una comunidad con otro idioma y otra forma de vida, o seamos habitantes de un barrio o cualquier otro lugar.
“No, compañeros; escupid al rostro de los que os invitan a tomar parte en las elecciones y gritad ¡muera la Autoridad! ¡Queremos ser libres! ¡Queremos la verdadera libertad emanada de la libertad económica! ¡Viva la expropiación salvadora! Y como torrente desbordado invadid el mundo de la industria, arrollando a burgueses y autoridades, quemando papelotes de los archivos de la propiedad, Y tomad posesión, a sangre y fuego, de la tierra, de la mina, del taller, de la fábrica, de la fundición, del ferrocarril, del barco, del bosque, del agua, de las casas, y trabajad de una vez por vuestra cuenta sin amos que os exploten, sin gobernantes que os chupen la sangre por medio de contribuciones, sin jueces, sin leyes malditas”
– Ricardo Flores Magón
La puntería es importante para nosotros, por ello desalojamos previamente a los trabajadores de la oficina, no queremos accidentes ni somos asesinos más que de aquellos a quienes manden a por nosotros a por nuestras tierras, sean o no uniformados.
El puño negro de la anarquía está allí haciendo frente como siempre siempre ha hecho en la historia, al autoritarismo, a los modelos de gobernanza, pugnando siempre desde relaciones horizontales, socavando para acabar con los líderes, buscando relaciones equitativas, formas reciprocas de compartir, vivir, de disfrutar el jugo de la vida.
“No os asustéis porque los escritorcillos de la burguesía os llamen anarquistas. Expropiad y gozad en común de todo lo que haya y sed, de una vez para siempre, los amos de vosotros mismos.”
– RFM
La solidaridad no se expresa con palabras, sino intensificando los ataques
¡Al ataque!
¡El Fuego es nuestro!
¡Boicot!
“El abismo no nos detiene, el agua es más bella despeñándose”
– RFM
“…Desde hoy, cara a cara, mostrando los dientes al enemigo. Desde hoy, temidos y no humillados. Desde hoy, en estado de guerra contra la sociedad burguesa. Todo, en el actual mundo capitalista, es indignidad y delito; todo nos da vergüenza, todo nos causa náuseas, nos da asco. Se produce, se sufre y se muere como un perro. Dejad, al menos, al individuo la libertad de vivir dignamente o de morir como hombre, si vosotros queréis agonizar en esclavitud”
– Severino Di Giovanni
¡Por un Junio Negro!